BIENVENIDOS A SAPA

18 al 21 de agosto del 2009

Vamos a empezar a visitar el país por el norte, concretamente por Sapa, un pueblecito situado al noroeste del país. No tenemos nada reservado ni planeado, por lo que al llegar ya veremos con lo que nos encontramos…


vendiendo productos de las aldeas

ya que los grandes no son muy simpaticos... probando con los peques

vistas de Sapa

Sapa

aldeanas a la caza del turista. He de decir que son buena gente.


Nos desplazamos en tren nocturno desde Hanoi hasta la población de Lao Cai, a unos 25 km de Sapa (20$ por persona, 9 horas).

Estamos en un compartimento de 6 personas, nosotros 4 y 2 vietnamitas. No hemos tenido la oportunidad de compartir nada con ellos ya que no han dicho ni hola cuando han llegado al tren. Se han tumbado en sus dos camas de la parte inferior y ni siquiera nos han ofrecido sentarnos para cenar.

Ya nos veis a los 4 de pie, cenando nuestro bocata de shawarma que nos habíamos comprado en el mercado de hanoi y degustando la exquisitez que nos han traído Jaime y Verónica desde Italia… Un pedazo de queso parmesano que quitaba el hipo!!!!

Los vietnamitas no fueron educados con nosotros, pero la boquilla agua sí que se les hizo cuando vieron el festín que nos estábamos pegando y del que ellos solo se tendrían que conformar con el aroma que se respiraba en el compartimento…


que recuerdos... ese Parmesano...

Nos vamos a dormir tempranito y a eso de las 5 llegamos a nuestro destino.

Una vez en la estación, nos encontramos los típicos minibuses para los turistas que te llevan hasta Sapa. No eran caros (30.000 dongs, un euro y poco) pero nos apetecía ir a la estación de autobuses local y desplazarnos como ellos. Así que intentamos esquivar a todos los comisionistas y conductores que nos acechan en la salida de la estación. Pero no sería tarea fácil, ya que uno de ellos se enganchó a nosotros como una lapa y en vista de que no nos subíamos en su minibús nos dijo textualmente: “si no venís en mi bus, no váis a poder ir con nadie” Más que la frase en sí, que ya de por sí es amenazante, lo que más nos molestó fueron las formas y la chulería con lo que nos lo dijo. Seguimos caminando ignorando sus palabras pero el “notas” se nos adelantó en su vespino y llegó antes que nosotros a la estación de buses local. Cuando llegamos, ya vimos el percaz, nadie nos llevaba y los precios eran más que abusivos. Había hablado con todo el mundo en la estación.
El “notas” seguía con nosotros y hasta nos escupió con tal desprecio que nos encendimos…

Fue entonces cuando lo cogimos entre los cuatro, lo llevamos a una esquina y le pegamos una samanta de palos que flipó el chaval!!! Y además le dejamos totalmente en pelotas. Este ya no engañará a nadie más.
Bueno, eso fue lo que se nos pasó por la cabeza hacer y lo que realmente se merecía pero ante la duda de un linchamiento masivo y abogando con nuestro buen hacer… decidimos coger uno de los minibuses y “pasar por el aro”.

No nos costó mucho conseguir hotel en Sapa por 6$ la habitación doble.


habitacion de Jaime y Veronica

Irene y Juliá vinieron al día siguiente y nos fuimos los 6 de ruta en tres motos alquiladas (5$ por moto + gasolina 15.000 dongs el litro).

Fuimos a ver las famosas cascadas montaña arriba (Silver Waterfall), un pequeño parque natural que había de camino y lo mejor de todo fue cuando fuimos a visitar Ta Phin, al norte de Sapa (15.000 dongs por persona). Aunque hubo alguno que se coló…










Es un camino precioso, donde puedes ver la vida de la gente local.





Y al final del camino hay una cueva (entrada gratuita, hay chavales que te alquilan linterna) que se puede visitar. Merece la pena entrar. Es lo más parecido a la espeleología que hemos hecho en una cueva “turística”.



Cuando lleguéis al pueblo, no os asustéis cuando veáis aparecer mujeres de las tribus corriendo hacia vosotros desesperadas, decenas de ellas!! Para intentar se las primeras en ofreceros sus productos. Parecía la escena de una película de terror!!


nuestra escolta...


E-mail: unpaseilloporelmundo@hotmail.com

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